Habitualmente podemos escuchar la sirena de un camión de bomberos pasando cerca de nuestra calle o del lugar donde trabajamos. Esta situación, que tendría que ser inusual o sorprendente, se ha convertido en rutinaria, y es que el número de incendios aumenta año tras año. Por eso, prevenir un incendio en tu empresa es una acción que no tendría que pasar desapercibida.

La Agencia Española de Aseguradoras UNESPA muestra en cifras el peligro al cual nos vemos expuestos día tras día. Las estadísticas de esta asociación reflejan que durante el año 2018 se registraron cerca de 7.500 incendios sólo en instalaciones industriales, lugar que supone el 5% de los lugares donde se producen. Desde el punto de vista territorial, ciudades como Madrid sufren un incendio cada 49 minutos, y Barcelona y Valencia cada hora y media.

Recomendaciones para prevenir un incendio en tu empresa

• Mantenimiento del material eléctrico. Cables en mal estado, enchufes estropeados, o cortocircuitos…) acumulación de productos inflamables (plásticos, papeles, pinturas…).
• Revisión de las fugas de gas. Desembocan en explosiones.
• Extremar la precaución en la fricción y roces por máquinas.
• Equiparse y aislar el espacio a la hora de trabajar con chispas mecánicas.
• Sustancias combustibles.
• Prohibición de fumar en determinadas zonas más vulnerables y guardar bien los mecheros.
• Mantenimiento periódico de los equipos de prevención y extinción.

Con estas medidas de prevención se podrían evitar más de la mitad de los incendios que se producen en las empresas. Uno de los factores más importantes en la hora provocar un incendio es el tipo de combustible que lo provoca.

Consecuencias de un incendio sin los elementos de prevención adecuados

Si tu empresa no cuenta con los elementos de prevención y protección necesarios para actuar ante un incendio, las posibles consecuencias a las que se expone y que puede provocar son las siguientes:

• Suspensión de la actividad industrial. La empresa dejará de funcionar durante las reparaciones que haya que hacer.
• Pérdidas económicas. Pérdida económica de los materiales e infraestructura quemados, además del que se deje de ganar durante el periodo de suspensión.
• Daños físicos por la inhalación de humo o quemaduras del fuego. Las consecuencias físicas a lo largo de los años que puede provocar un incendio son dificultades respiratorias, pérdida de visión o quemaduras a la piel, entre otras.
• Pérdida de vidas humanas. En el peor de los casos, se podrían llegar a perder vidas humanas.
• Irremediables daños en el planeta. Aumento en las emisiones de CO₂ a la atmósfera. En caso de que se expanda, las consecuencias podrían ser mucho peores (destrucción de la cubierta forestal, muertes y fuga de animales, pérdida de terreno fértil, etc.).

Elementos de protección ante un incendio

Contar e incorporar todo tipo de elementos y sistemas PCI (Protección Contraincendios) para prevenir, extinguir, detectar y protegernos de forma pasiva ante el fuego puede ser clave para tu empresa. Algunos de los más destacables son los siguientes.

• Detectores. Aparatos tecnológicos para detectar y localizar automáticamente el incendio.
• Dispositivos de extinción. Colocación de dispositivos para extinguir el fuego en zonas donde no sería posible apagar con solo extintores.
• Diseño de evacuación natural del humo. Mediante la ventilación forzada y los exutorios nos protegemos del humo generado por el fuego.
• Revisión y cambio de extintores y mangueras. Supervisiones de estos elementos para prevenir el inicio de un posible incendio.
• Señalización y alumbrado de emergencia. Ayudar a evacuar la zona incendiada de forma más segura, indicando las salidas al personal del interior.

Si quieres más información sobre elementos de protección contra incendios pulsa AQUÍ.